Garcilaso y Boscán siendo llegados
al lugar donde estan los trovadores
que en esta nuestra lengua y sus primores
fueron en este siglo señalados,
los unos a los otros alterados
se miran con mudanza de colores,
temiéndose que fueran corredores
espías o enemigos desmandados.
Y juzgando primero por el traje
paresciéronles ser, como debía,
gentiles españoles caballeros;
y oyéndoles hablar nuevo lenguaje,
mezclado de extranjera poesía,
con ojos les miraron de extranjeros.
Cristóbal de Castillejo.