Hernando de Acuña.


Hernando de Acuña (Madrid 1518 - Granada 1580?) sirvió al Emperador en varias campañas y por su mandado tradujo a Boyardo y al caballero de la Marche.

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Primeros versos



Al Rey Nuestro Señor.

Ya se acerca, Señor, o ya es llegada

la edad gloriosa en que promete el cielo

una grey y un pastor solo en el suelo

por suerte a vuestros tiempos reservada.

Ya tan alto principio en tal jornada

os muestra el fin de vuestro santo celo

y anuncia al mundo, para más consuelo,

un monarca, un imperio y una espada.

Ya el orbe de la tierra siente en parte

y espera en todo vuestra monarquía,

conquistado por vos en justa guerra.

Que a quien ha dado Cristo su estandarte

dará el segundo más dichoso día

en que, vencido el mar, venza la tierra.

Hernando de Acuña.


Soneto en prisión de franceses.

Lo que es mortal padece esta prisión,

que lo inmortal, señora, está en la vuestra;

ésta tiene de mi sólo la muestra,

la vuestra tiene el alma y corazón.

Por donde yo no hallo de razón

que a Fortuna llamar deba siniestra,

pues ella me guió con mano diestra

a veros y a sufrir por vos pasión.

Así de todo el mal en que me ha puesto,

cuando pienso este bien en que me puso,

no sólo le perdono su mudanza,

pero aun no estando satisfecha de esto

de cualquier otro mal tambien la excuso,

salvándose de veros mi esperanza.

Hernando de Acuña.


Povera e nuda vai, Filosofia...

Dijo el docto Petrarca sabiamente:

"Pobre y desnuda vas, Filosofía",

lamentando su tiempo, en que antevía

las faltas y miserias del presente;

do el vicio reina ya tan sueltamente,

que valen poco, y menos cada día,

la bondad, el saber, la valentía,

del mejor, o más sabio, o más valiente.

Mas cuanto el mal esta más encumbrado

y el mundo aprueba más lo que debiera

tenerse por infamia y maleficio,

tanto merece ser más estimado

el virtüoso obrar, pues ya no espera

la virtud premio, ni castigo el vicio.

Hernando de Acuña.