Siglos Desde V Hasta XV
La filosofía medieval se desarrolla desde el año 476 hasta el 1453, o lo que es lo mismo, desde la caída del imperio romano en Occidente hasta la conquista de Constantinopla por parte de los turcos. Esos años de filosofía medieval estuvieron muy marcados por la Iglesia y por la religión, de hecho, la mayoría de sus filósofos fueron teólogos.
Se escuchan las primeras teorías para acomodar la filosofía con el cristianismo, donde destaca San Agustín, y entre sus grandes obras destacan dos:
- La ciudad de Dios [52]: Representa dos comunidades distintas enfrentadas entre sí, la comunidad que integra a sus miembros por la gracia y amor de Dios, y la comunidad que han entregado su amor en el mundo renunciando a Dios.
- Las confesiones [51]: Descripción de su autobiografía espiritual.
Uno de los fenómenos más importantes de la filosofía medieval fue lo denominado como escolástica, argumentado por dos aspectos relacionados:
- La institución educativa, la escuela.
- Método seguido por las escuelas para examinar los argumentos a favor o en contra antes de llegar a la solución.
En la época de la alta escolástica destacó la figura de Santo Tomás de Aquino (1225-1274), llamado también príncipe de los escolásticos, quien trató de juntar la filosofía de Aristóteles con la filosofía cristiana desde San Agustín. La moral la organizó en torno a una lista de virtudes: Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza, añadiendo otras tres, Fe, Esperanza y Caridad. Su fín era llegar a Dios a través de la última virtud mencionada, la Caridad.
Adentrados en el siglo XIV, la escolástica fue representada por Guillermo de Ockhnam (1280-1348), empezó una nueva era con su nominalismo y puso en contraposición a la vía antigua de Santo Tomas de Aquino.
La teoría nominalista de Ockhnam se basaba en definir lo universal como algo que no existe ni en sí mismo ni en otra cosa, sólo existe el individuo singular dotado de accidentes, cualidades y esencias también singulares.
A medida que la Iglesia medieval fue obteniendo poder se desarrolló un modelo de ética que aportaba el castigo al pecado y la recompensa a la inmortalidad para premiar la virtud. Las virtudes más importantes eran: obediencia, humildad, bondad y espiritualidad.es.