El uso de las nuevas tecnologías de la información nos ha permitido grandes avances, que a su vez han venido acompañadas de grandes riesgos y peligros cuando se da un mal uso de ellas.
En internet existe todo tipo de información, pero hay que diferenciar entre contenidos debatibles y contenidos éticamente inaceptables. Entre estos últimos destacamos los siguientes:
- Contenidos éticamente problemáticos cuyo fin es atacar las normas y valores de terceras personas. Contenidos con lenguajes violentos provocando odio, ofensa a minorías o a personas procedentes de otras culturas, etc.
- Contenidos extremistas, apuntando a la difusión agresiva e intolerante de ideologías radicales: extremismo político, ciberterrorismo, etc. Contenidos apoyando la realización de actividades dañinas como por ejemplo los pasos a seguir para la fabricación de bombas.
- Contenidos violentos que desprecian la vida humana y su dignidad. Es el caso de la pornografía infantil. Estos contenidos no disponen de valores humanos.
Este tipo de información es tachada de inadmisible en la mayoría de las sociedades e incluso son perseguidas por la ley. Existen países donde se controla toda la información que consideran peligrosa para su país, como por ejemplo sucede en China, caso extremo, donde no sólo se controlan este tipo de actividades dañinas sino toda la información contraria al gobierno existente, la cual es eliminada al instante. Hablamos entonces de censura, creando así un enfrentamiento en la red contra uno de los derechos más preciados de la vida, la libertad de expresión y de comunicación [55].
Por una parte la libertad de expresión es nuestro mayor derecho de la sociedad moderna. Es una de las manifestaciones de libertad cuya tutela ha sido recogida por textos constitucionales de todo el mundo incluyendo varios derechos:
- Derecho a transmitir y difundir ideas.
- Derecho a recibir todo tipo de información.
Estos dos derechos que forman el concepto de libertad de expresión no deben ser limitados por las fronteras nacionales ni por el medio de comunicación que se utilice para difundir la información.
Teniendo claras las bases de la libertad de expresión aparece la postura de padres y educadores, aquellas personas que velan por la educación y la protección de la integridad física, psíquica y moral de los menores. Su objetivo final es la formación adecuada para su buena integración en el medio social. Este colectivo apoya el control de contenidos, tales como pornografía, apología del terrorismo y todos aquellos contrarios a las leyes, la moral y el orden público. La táctica más aconsejable para los educadores, seria enseñar a los menores a utilizar internet con criterio y de forma responsable así como a saber afrontar determinadas situaciones potencialmente peligrosas [30], como son:
- Contenidos inadecuados: violentos, pornográficos, relacionados con las drogas, etc.
- Abuso físico: a través del chat, un menor puede ser invitado a una cita. El potencial contacto con pedófilos es uno de los peligros más importantes.
- Acoso utilizando para ello el email, chat, foros, etc.
- Información personal: un menor es más ingenuo y por tanto más proclive a proporcionar a desconocidos datos personales poniendo en peligro su persona incluso la de sus familiares. Pero incluso un mayor cae en errores como dar su clave o número de tarjeta en webs poco fiables.
Una medida de solución para estos casos, a parte de una buena base educadora, es la implantación de software de filtrado, que impida el acceso de los menores a determinados contenidos. Este filtrado se puede llevar a cabo por medio de palabras clave, listas de páginas negras, etc. Este tipo de software puede además limitar el tiempo que el menor puede navegar en una sesión y registrar los sitios que el menor ha visitado. Por ejemplo, “Naomi” , es un avanzado programa de filtrado para internet, fácil de usar y totalmente gratis, pensado para ofrecer soluciones a tutores de menores.
La censura se presenta como un nuevo término para estudiar con profundidad su significado y los argumentos que existen para justificarla. Si buscamos su significado en la Real Academia de la Lengua [93] está definida como: “Dictamen y juicio que se hace acerca de una obra o escrito”.
Aparentemente la censura es interpretada como algo malo, ejecuta la prohibición de uno de nuestros derechos más valorados, la libertad de expresión.Sin embargo, más adelante veremos cómo, para ciertas situaciones, la censura puede estar justificada.
¿Qué es la censura y porque es mala? Según Robert Hauptman [12] , “la censura es la supresión activa de libros, boletines, periódicos, obras de teatro, debates, programas de radio, de TV, etc. que se suponen que son reprobables en cuanto a la moral, la política, lo militar o a otros campos”.
Al leer esta definición nos podemos plantear la siguiente cuestión: ¿Toda supresión de libros la podemos considerar como práctica de censura?. Según la definición de Hautpman sería considerado censura el hecho de no poder publicar un libro con informes médicos privados. Todo depende de la interpretación que cada uno le de a la expresión “otros campos”. Para este caso habría que mejorar la definición de censura añadiendo la existencia de situaciones extremas, como la expuesta, donde la censura está éticamente justificada.
¿Por qué nos planteamos que los datos privados están dentro de esas situaciones justificadas?, una respuesta convincente es decir por ejemplo, que no es asunto de nadie, excepto del médico y cualquier paciente enfermo la revelación de su dolencia ya que supone la invasión de la vida privada muy bien protegida por la legislación vigente en casi todos los estados (la Unión Europea incluida).
Existen dos tipos distintos de supresión de información: la supresión por material inmoral y la supresión por los perjuicios que pueda causar en determinadas situaciones.
Si limitamos el término de censura a la primera definición podríamos argumentar que la supresión de pornografía infantil es considerada como censura, ya que todo su material no es considerado moralmente correcto. Sin embargo, la prohibición de hacer público informes médicos no se entendería como censura ya que protegemos la vida privada de una persona. Si nos basamos en la segunda definición estaríamos ejercitando la censura.
Nos acercamos un poco más y ampliamos nuestros conceptos con el artículo 19 de la Declaración de los Derechos Humanos [59]: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. Esto implica que la censura supone la violación de un derecho, sin embargo si analizamos el artículo más profundamente se aprecia que el derecho recogido en él conlleva una gran cantidad de cuestiones distintas. El artículo comienza hablando de la libertad de expresión y de opinión, pero ¿es esta la libertad de expresión de opiniones o la libertad de expresarse cada uno como quiera? El derecho de mantener y expresar una opinión es muy distinto al derecho de información de cómo fabricar bombas o programar virus informáticos destructivos.
La libertad de expresión puede causar en distintas situaciones ofensa, daño o incluso a veces ambas cosas a la vez. Ofender [93] es, “humillar o herir el amor propio o dignidad de alguien mientras que dañar consiste en causar un perjuicio material o físico”. Resulta necesario entonces aplicar restricciones al modo en que nos expresamos con el fin de no causar ni ofensa ni daño. Ofender a alguien no implica daño pero si causa una herida sentimental. Para convivir en armonía es necesario evitar causar toda clase de sufrimiento a los que están a mi alrededor, entonces ¿deberíamos de aplicar en internet restricciones a las actividades que nos ofenden?. Hoy en día las personas somos ofendidas casi por cualquier cosa incluso a veces no llegamos a averiguar que es lo que resulta ofensivo. Todo depende de lo que a cada persona le parezca importante en su desarrollo humano como puede ser la tendencia política, la religión, la raza, etc.
Dañar material o físicamente a alguien mediante contenidos en internet es lo que realmente llega a la discusión de la censura en internet. Básicamente estos daños se pueden hacer efectivos mediante la pornografía infantil, el lenguaje violento y racista, la ayuda para realizar actividades dañinas, etc. Mientras que cualquier material accesible en internet sería también accesible en cualquier otro lugar, la situación es diferente simplemente porque es mucho más difícil controlar el material publicado así como su distribución.
Para solventar el mal uso de internet sería conveniente disponer de un protocolo ético universal destinado a todas aquellas personas en el mundo, sin distinciones entre ellas, que hagan uso de la red. Para su correcto funcionamiento sería necesario que quienes hagan uso del medio conozcan con exactitud aquellas normas universales que todos tenemos de respetar sin excepciones. Estas normas deben de mantener vigentes en todo momento el imperio de los derechos humanos. La ética aplicada a internet debería ser una ética basada en valores, en la responsabilidad social, que permita la flexibilidad que exige el medio y que se complete con las legislaciones locales que faciliten el ejercicio.
Para llegar a una regulación de bases éticas se hace imprescindible una previa aceptación voluntaria de cuales han de ser las normas éticas y cuales son los valores que todos debemos respetar. Sólo dará resultados si es aceptada libre, voluntaria y decididamente.
Una ética aplicada a internet no hay que tomarla como un conjunto de planteamientos teóricos para hacer frente a los vicios y peligros en la red, sino como auténticas alternativas prácticas que siendo asumidas por cada individuo, por las instituciones y por la sociedad en general, aseguren un correcto uso de la red respetando los valores inherentes al ser humano. ¿Es posible y viable? En todo caso solamente depende de nosotros, es decir, de quienes nos conectamos y hacemos uso diario de la red.
El profesor Porfirio Barroso , hizo un estudio sobre ética e informática [32] . En dicho estudio se enviaron quinientas cartas a profesionales de la ciencia informática, para pedirles los códigos de ética de sus organizaciones y empresas. Se recibieron quince códigos diferentes y se realizó un análisis de los contenidos de cada uno de ellos. Se identificaron cuatro principios éticos enumerados con mayor frecuencia en los códigos analizados, y se compararon con cuatro conceptos éticos: intimidad, exactitud, propiedad intelectual y acceso. Estos cuatro principios éticos se vincularon con internet dando lugar a la siguiente propuesta de código deontológico de Internet según Barroso:
- Todo usuario de la red de Internet ha de considerar la libertad de expresión como un bien máximo y procurar evitar en lo posible la censura.
- El intercambio de información en la red se regula por criterios de verdad, exactitud y objetividad.
- Respetar la necesaria protección y seguridad en la información.
- Primacía del servicio al bien común, público y social.
- Respetar la intimidad y vida privada de las personas y la confidencialidad de la información cuando la hubiere.
- Defender el derecho de autor y la propiedad intelectual evitando toda forma de plagio.
- Evitar toda forma de piratería.
- El acceso a Internet de forma no discriminatoria.
- Evitar el fomento y distribución de material obsceno, erótico y pornográfico.
- Todo usuario de Internet deberá asumir las responsabilidades éticas y legales a las que el uso que hace de la red diere lugar.
Es cada cibernauta quien debe seguir su propia moral y su código ético para establecer que es aceptable e inaceptable en la red. Es la gran multitud de culturas lo que nos impide seguir un guión común. Lo que es rechazable para unos, es tradición cultural para otros. Siempre y cuando no violemos ninguno de los derechos humanos establecidos por las naciones unidas que podemos considerarlo como única moral universal. Restringir la libertad de expresión en internet podría hacer perder más de lo que se podría ganar.