Filósofo y escritor francés, la libertad del hombre es la fuente de la valoración moral. Funda el existencialismo ateo, nueva corriente filosófica preocupada por la construcción de la existencia humana. El hombre era el único ser capaz de dictaminar sus propios valores a través de la libertad de la cual dispone. El ser humano debe de ser capaz de confiar en sus creaciones y en sus pensamientos más que los que le impongan su sociedad política y religiosa. La libertad y la responsabilidad humana se presentan como los valores principales en la vida. Entre sus obras más destacadas se encuentra "El existencialismo es un humanismo", donde afirma que el hombre está condenado a ser libre. Condenado porque no se ha creado a si mismo, y sin embargo por otro lado, libre, porque teniendo los pies sobre la tierra es responsable de todo lo que hace. El hombre vive inmerso en un conjunto de limites; y en ellos tiene que desenvolverse; no es de hecho arbitrariamente libre, su libertad tiene limites concretos [18]. También afirma que el existencialismo no cree en el poder de la pasión en el sentido de que ésta actúe como un torrente devastador que conduce fatalmente al hombre a ciertos actos. Según Sastre, el hombre es el responsable de su pasión ya que, sin ningún apoyo, está condenado a cada instante a inventar al hombre.