1.1.4.1 Consecuencialismo

    Las teorías éticas del consecuencialismo evalúan el comportamiento dependiendo de las consecuencias de las acciones. Este comportamiento será correcto si el resultado es el deseable e incorrecto en caso contrario. Los consecuencialistas no empiezan con las normas morales sino con los objetivos [27]. Cuando ese objetivo es alcanzar la felicidad estamos hablando de una rama de esta teoria ética: el utilitarismo. El principio básico de esta nueva doctrina es el siguiente:Todo el mundo debería comportarse de tal modo que consiga la mayor felicidad posible para el mayor número de personas [13]. Las consecuencias de las buenas acciones deben desembocar en la felicidad e influir en el mayor número de individuos posibles de una sociedad. Toda acción debe evaluarse en cuanto a su buena utilidad para producir la felicidad. Esta teoría ética puede tener sus inconvenientes como es el caso de ser más deseable ayudar a unos pocos miembros de la sociedad que estén muy mal, antes que ayudar a muchos que están bien. Se llega a una buena acción y por lo tanto a producir felicidad.
    Estudiar ética es reflexionar sobre algunas preguntas como son, ¿Cuál es la decisión correcta? ó ¿Qué está bien?
    Una decisión correcta puede significar elegir un fin correcto o elegir un medio correcto para alcanzar una meta especifica. Si intentamos responder a la segunda pregunta definimos la palabra "bien" como todo aquello que puede ser objeto de nuestro deseo [93]. Para los utilitaristas existen dos tipos de bienes, los instrumentales y los intrínsecos. Los bienes instrumentales los deseamos por ser un camino para la consecución de otros bienes. Su valor radica en que son instrumentos que nos permiten conseguir otras cosas. Un claro ejemplo de este tipo de bienes es el dinero, siendo un poderoso medio para conseguir otras cosas. Por otro lado existen bienes intrínsecos, aquellos que deseamos por ellos mismos, no son un medio para conseguir otros. Los utilitaristas presentan la felicidad como ejemplo de bien intrínseco y además lo define como máximo valor de este bien. Podemos hacernos preguntas nosotros mismos sobre porque elegimos una decisión de entre muchas para una determinada situación y siempre llegamos a la misma conclusión, para conseguir la felicidad. Al llegar a ese máximo ya esta todo conseguido y la decisión ha sido la adecuada puesto que hemos alcanzado la felicidad. Todas nuestras acciones, se dirigen de una forma u otra hacia la felicidad y para los utilitaristas esto debe a la naturaleza humana.     Más adelante veremos como la filosofía de Epicuro o incluso la de Parménides se ajusta a este tipo de ideología, aunque el padre del Utilitarismo fue Jeremy Bentahm, pensador inglés del siglo XVIII [95].
















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