4.3.3 La Propiedad Intelectual en la Sociedad de la Información

     Las nuevas tecnologías han supuesto un impacto en nuestro sistema jurídico, compuesto por conceptos básicos pensados para un mundo analógico en donde no tenían cabida Internet ni el resto de las redes informáticas digitales [3].
     La llegada de Internet ha abierto un nuevo camino a lo que las instituciones comunitarias llaman sociedad de la información, la cual ha generado nuevas formas de comercialización de la propiedad intelectual a través de nuevas aplicaciones (CD-ROM, DVD, etc.). El desarrollo tecnológico ha multiplicado y diversificado los vectores de creación, producción y explotación. Las normas ya existentes deben de ser adaptables y dar respuestas adecuadas a las nuevas situaciones. Lo que sí está claro es que todas las partes integrantes (titulares y otros creadores de contenidos, fabricantes, prestadores de servicios, operadores de red, clientes profesionales y grupos de usuarios privados) deben tener un marco único de los derechos de autor y de los derechos afines que permita la igualdad de oportunidades y se garantice la protección adecuada de los derechos de propiedad intelectual.
     Internet ha evolucionado tan rápidamente que no ha sido posible ir integrando los argumentos legales al mismo tiempo que ha ido creciendo. Lo que era una característica muy positiva de Internet, la libertad absoluta, se ha ido convirtiendo en un gran camino hacia actividades poco éticas. La libertad absoluta es la facultad que tenemos de obrar tal y como veamos necesario, siempre y cuando seamos responsables de nuestros actos.
     Los derechos de autor son susceptibles de verse modificados por los avances tecnológicos, lo que supone otro elemento de inestabilidad y la aparición de Internet hace necesario que deban ser redefinidos muchos conceptos inherentes a los vigentes derechos de autor y la creación de otros nuevos. Entre ellos destaca el concepto de propiedad y autoría, y el de transmisión. Hoy día cualquier información puede ser digitalizada y distribuida instantáneamente.
     En Internet pueden encontrarse muchos tipos de obras y de contenidos diversos. La gran mayoría de ellos son lícitos, pero otros pueden considerarse delictivos, como la difusión, venta o acceso a pornografía infantil, pirateo de programas de ordenador y música en MP3 u otros formatos, etc.
     Lo que desde luego es un hecho es que el uso de Internet genera una serie de operaciones que se repiten constantemente y suscitan interrogantes referentes al derecho de autor. Ejemplos de ellas son las siguientes:

     Uno de los temas éticos más complejos en conexión con la ética informática e Internet es cómo preservar y mantener intactos los derechos de propiedad intelectual de un autor sobre su creación cuando tenemos acceso a ella a través de Internet. Nuestra comunidad debe evitar la copia de programas, bases de datos, archivos, información, música, etc., en definitiva todo aquello que no le pertenece y que esté protegido bajo licencia, pudiendo ser victimas de la participación en supuestos delitos informáticos, en caso contrario.






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