Siglos Desde IV a.C Hasta II a.C
La filosofía helenística nació con las conquistas de Alejandro Magno (356a.C-323a.C) y se caracterizó por el interés en el conocimiento de las ciencias. Los problemas de la filosofía helenística destacaron por la preocupación en los temas éticos y muchos filósofos se refugiaron en su entorno personal y en su felicidad individual.
En esta época aparecieron algunas escuelas y filósofos que destacaron, como fueron:
- Epicureismo (Epicuro de Samos, 341a.C - 270a.C):
Epicuro nació en Samos en el año 341 a.C., fue unos de los filósofos más importantes de la filosofía helenística y destacó por su teoría de la felicidad en la que afirmaba que se conseguía gracias al placer y a la armonía, y para ello era necesario evitar temas políticos y tener indiferencia ante los dioses. Este sistema de ética sostenido por Epicuro se caracterizaba por tres tesis: consecuencialismo, hedonismo, y egoísmo. El consecuencialismo afirmaba que una acción es correcta cuando produce, como su consecuencia, lo bueno, que esta doctrina se define como el mejor estado de cosas posible. El hedonismo consiste en la afirmación de que lo bueno en sí es el placer. Uniendo consecuencialismo y hedonismo, lo que obtenemos hasta aquí es que los epicúreos mantienen que una acción será correcta cuando sus consecuencias produzcan el mayor placer posible. El egoísmo es el aspecto de la doctrina de Epicuro con el que nos encontramos al preguntarnos quien es el sujeto del placer, la respuesta es que el sujeto ha de ser aquel mismo que realiza la acción. Su sistema de ética lo refleja el epicureismo en la siguiente frase: "Mi fin es el placer; esta es la única regla de la moral, gozo cuanto pienso; y solo ceso cuando temo morir; sin este peligro no pondrían ningún límite a la sensualidad; los festines las orgías, los desordenes de todas clases formarían el tejido de mi vida; y entonces seria yo el hombre moral por excelencia, porque me atendría con rigor al principio de la moralidad: el goce" [4]. En el siglo XX, el filosofo indio Osho (1931-1990) podría considerarse como epicúreo, mezclando esta filosofía con el budismo.
- Estoicismo (Zenón de Citio, 333a.C – 264a.C):
Entre los estoicos destacó Zenón de Citio, fundador de dicha doctrina, impartiendo sus saberes en Atenas. Al igual que Epicuro, su preocupación primordial era conseguir la felicidad y la serenidad, pero de forma distinta. Vivir conforme a la naturaleza, imitar la naturaleza eran objetivos principales para obtener la felicidad plena. La perfección moral es la ausencia del dolor, la cual se evita no dejándose llevar por los acontecimientos que nos rodean y comprendiendo la igualdad existente entre todos los seres vivos. La disminución de nuestros deseos permite al espíritu alcanzar la sabiduría; el logro de la misma es una tarea individual y uno de los objetivos es liberarse de los conceptos e influencias que la sociedad han inculcado. Entre los estoicos más célebres se encuentran figuras griegas como Epícteto, esclavo de Roma, y figuras romanas como fue el emperador Alejandro Magno.
- Escepticismo (Pirrón de Elis y Timón de Filiunte):
Los escépticos desconfiaban de la capacidad de la razón para llegar a la verdad. No se puede conocer como son las cosas en sí puesto que no hay nada falso ni nada verdadero. Pirrón de Elis, hijo de Plistareo nacido en Elis entre el 365 a.C. y el 360 a.C., consideraba que la filosofía debía conducir a la impasibilidad e indiferencia como ideal ético. El escéptico se muestra extraño a toda verdad dado que es imposible alcanzar una certeza absoluta, y además ésta se basa a menudo en falacias y meros actos de fe. Sus enseñanzas fueron transmitidas por su discípulo Timón.